Ciudades y pueblos

Bankya es una ciudad pequeña cerca de Sofía, un centro conocido turístico que combina la climatoterapia con la balneoterapia. La combinación de agua mineral suave y deliciosa, aire limpio y hermosa naturaleza ha atraído constantemente el interés, y no son pocos los visitantes que sienten que aquí "se abren como fuentes invisibles del cielo, de donde fluye aire celestial" (Y. Radichkov).

En épocas diversas desde los tracios hasta ahora, Breznik ha desempeñado un papel significativo en la vida de estas tierras. Entre los monumentos supervivientes del pasado se encuentran el templo-megalito " la Garganta Pusto", la iglesia medieval "Sveta Petka", la escuela clásica renacentista, los monasterios de Tsarnogor y Bilinski, restos de iglesias antiguas, y las casas antiguas con valor arquitectónico y artístico. Solamente la historia milenaria en Breznik nos hace imaginar cómo sería si el tiempo hubiera sido más amable con su legado.

Ubicado en Znepole, Tranh es el corazón de Kraishte: ese mosaico de montañas en el extremo occidental de Bulgaria. Durante mucho tiempo aislada debido a su estatus fronterizo, la pequeña ciudad disfruta de paisajes naturales preservados y tradiciones y folclore auténticas. En los últimos años, su historia desconocida pero sobre todo su naturaleza salvaje, lo convierten en un destino deseado para el senderismo, ciclismo y turismo ecológico.

El surgimiento y desarrollo de Dragoman está vinculado a la "Vía Militaris" (Camino Militar) o el Camino de Trajan, pero la mayoría de los monumentos históricos se han preservado desde la Edad Media y períodos posteriores, principalmente iglesias antiguas con ejemplos valiosos de pinturas. Hoy en día, la pequeña ciudad fronteriza atrae a visitantes principalmente por la belleza natural de la montaña Chepan y el pantano Dragoman, la mayor zona húmeda cárstica natural en Bulgaria.

La región de la pequeña ciudad de Slivnitsa fue el escenario de la Guerra Serbo-Búlgara de 1885, defendiendo la Unificación, un hito en la nueva historia búlgara. Diez monumentos, memoriales y museos rememoran aquellos eventos breves pero épicos y rinden homenaje a los caídos en esta y otras guerras posteriores.

Pernik es otra ciudad con una historia rica, conocida por sus tradiciones mineras y la fortaleza medieval de Pernik. También es famosa por el Festival Internacional de Juegos de Máscaras "Surva", que la coloca en el mapa de las ciudades carnavalescas al ser anfitriona de uno de los eventos más espectaculares en el calendario de Bulgaria. Las aldeas en la región de Pernik conservan la tradición de la Fiesta Popular Surova, inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.

Botevgrad ofrece a sus visitantes monumentos históricos principalmente del período XVIII-XIX, entre los que destacan el símbolo de la ciudad, la Torre del Reloj, el Monasterio de Vrachesh y los lugares relacionados con uno de los gigantes del espíritu búlgaro, Hristo Botev. También se encuentran cerca los restos de la fortaleza medieval Bozhenishki Urvich. La proximidad a Stara Planina con sus oportunidades para el senderismo y cicloturismo, así como las atracciones naturales como el pantano Zhabeshko, añaden acentos adicionales a la oferta turística de la ciudad.

Una ciudad con muchos nombres, cuyo hilo vital se extiende a lo largo de 2500 años de historia, revela las riquezas de la antigua ciudad romana de Pautalia, la fortaleza búlgara medieval de Hisarlaka, ejemplos magníficos de arquitectura otomana y monumentos del período del Renacimiento nacional. Kyustendil es uno de los balnearios más significativos del país, pero también la "Huerta de Bulgaria", una ciudad de arte y cultura.

Sofía es la capital y la ciudad más grande de Bulgaria, el incansable corazón del país. Heredera de asentamientos antiguos tracios y de la Serdica romana, Sofía despliega ante sus visitantes un pasado centenario con monumentos numerosos arquitectónicos, religiosos e históricos preservados. El rico calendario cultural y de eventos, el pulso vibrante de una gran ciudad europea y las abundantes oportunidades para una estancia variada atraen a una audiencia creciente y diversa. Vitosha no solo añade encanto, sino toda una paleta de oportunidades adicionales para el turismo.

Radomir es una ciudad medieval, heredera de asentamientos de épocas antiguas, pero que marca un resurgimiento espiritual y patriótico durante la era del Renacimiento Nacional. Se construyen iglesias y escuelas, y se libra una lucha por la independencia de la iglesia. De este período (siglos XVIII-XIX) se conservan conjuntos arquitectónicos en la parte central de la ciudad. La "Casa Stoyova", construida en el siglo XVII, es de particular interés, albergando una exposición etnográfica de costumbres, trajes, oficios y producciones tradicionales de la región, incluida la produccion de la „boza“.